Existe la ventana
y un paisaje final
que persevera
en círculos diarios.
Existe el mar
y su luz deshaciéndose
en alientos de agua,
rompiéndose
en rituales estelas.
Existe el beso,
húmedo en plenitud,
ávido en las orillas.
Mar y ventana son:
beso en la boca.
Besos dulces con leve sabor a sal...
ResponderEliminarPrecioso, Isabel. Me ha encantado.
Un beso grande.
Gracias, amiga. Es un placer y un honor contar con la generosa lectura que haces a mis poemas. Un abrazo
EliminarPrecioso, delicioso!
ResponderEliminarAgustín
¿Qué puedo decir que no sea gracias, gracias? Un abrazo agradecido Agustín.
EliminarHola Isabel , me ha gustado mucho esa conjugación que has conseguido de mar y ventana , como libertad y a la vez cercanía de esa inmensidad que es el mar y que finalmente ambos consiguen ser beso en la boca.Te felicito.
ResponderEliminarUn placer leerte y haber conocido tu blog.
Un Saludo cordial.
Gracias por tu amable visita Raelynn que, sin duda, devolveré en breve y por haber dejado en esta mi casa la estela de tus generosas palabras. Un abrazo hasta la próxima.
EliminarLo de los "ojos centauros" ha podido conmigo, Isabel. Bellísimo poema. Un beso desde Madrid, querida colega.
ResponderEliminarMuy bello poema, Isabel. Tu ventana me ha servido de inspiración para un regalo para una amiga que publicaré el jueves, ...tus versos no lospuedo igualar, no me salen tan preciosos.
ResponderEliminarUn beso de ...¡película! ....
Un poema esencial (que acude a la esencia), me asomo a tu ventana... y me gusta el paisaje.
ResponderEliminarBesos salados
Me encató este poema Isabel. Mar y libertad. Ventana y expansión. Beso y...beso y afinidad, amor y amar, pasión y devoción. Besos, muchos besos.
ResponderEliminarPues no te voy a decir que es un precioso poema. Bueno, pues sí: es un precioso poema. Expones paralelismos y vas desarrollando un símil, para coronarlo con una metáfora. Esto es lo que me ha gustado.
ResponderEliminarBesos