Déjame aquella tarde dormida en la almohada
en el bies despojado de hastíos y estridencias
Déjame el labio trémulo donde trepó la vida
a devolverte enteras: la emoción y la sal
Que este sea el legado de los días que fueron
en las horas futuras que no sé si vendrán.
en las horas futuras que no sé si vendrán.
©Isabel Expósito Morales
Un poema breve en su extensión pero pletórico de contenido...
ResponderEliminarSabes decir mucho con pocas palabras.
No es fácil y menos en verso.
Un abrazo.
El legado de lo que fue y tal vez no será, precioso.
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