Como una barca,
silenciosamente obligada
a despedirse
o a dejarse llevar por las estelas,
yo
esparzo mis poemas
por el agua:
anclas son
de mis minutos
trágicos,
mágicos,
líricos,
epícos,
densos o parcos.
Como una barca
voy,
como una barca siento,
como una barca...
a la deriva voy,
Acabo de leer tu generoso comentario a mis versos y curiosamente me pasa igual con éstos que tanto me identifican.
ResponderEliminarVoy esparciendo también los míos, unos con más acierto que otros, pero todos reflejan mis vivencias y sentimientos, al capricho del oleaje que empuja mi barca...
Cariños varios y gracias, poeta.
es muy reveladora esa idea de la barca, Isabel. Al menos espero que incluya remos, como las aves tienen alas (o algo así). Será porque soy más partidaria de tener a mano la ocasión de coger las riendas de mi destino (aunque sea como ilusión vana o esperanza). Un abrazo
ResponderEliminarPor cierto, me encanta la musicalidad de este poema, me parece realmente buena. Bss