Un día adornó su casa con memorias,
puso una tapia por salida,
sobre manteles hiló nombres
y se vistió de ayer sin prisas.
Cerró la puerta, rompió huellas,
tendió la ropa en la azotea
y resuelta
de olvidos y recuerdos,
con los hijos doblados en roperos,
cerró el aliento de los sueños
y, como quien no tiene alas,
se sentó a esperar la noche.
De Isla Absoluta, 2005
©Isabel Expósito Morales
La soledad de las personas mayores me produce angustia, querida Isabel. Siempre me pregunto si sería capaz de soportarla.
ResponderEliminar¡Qué bonito lo has escrito y con qué limpieza de amarguras !.
Un abrazo
Hola Isabel, es la 1ª vez que visito tu espacio y me encuentro con un poema que me llega muy adentro y me emociona. Me siento hijo doblado en un ropero, incapaz y angustiado ante esa tapia.
ResponderEliminarUn poema muy bien construido. Me quedo un rato más por aquí.
Besos, Isabel.
Precioso poema! me recuerda una de mis películas favoritas, "La balada del Narayama!
ResponderEliminarSaludos!
Agustín
Imposible no emocionarse, Isabel.
ResponderEliminarUn placer
Desgarra, a pesar de la contención, de la calculada ausencia de dramatismo. Muy bueno.
ResponderEliminarMi gratitud a todos. Place mucho que lo que uno derrama en el poema, cale en aquellos que lo leen,
ResponderEliminarconecte con el sentimiento que lo motivó. Gracias y un abrazo.
La soledad tremenda de llegar a la vejez sola, cómo la expresas, cómo la sientes sin haberla vivido, cómo te aproximas, cómo nos aproximas. Poeta, poeta y poeta.
ResponderEliminar"con los hijos doblados en roperos", qué bueno!
ResponderEliminarPor alguna razón, este poema me ecoca más a las mujeres mayores que a los hombres mayores; y con matices. Por lo general, las mujeres dejan más de sí mismas en la familia, y los hijos terminan yéndose para formar otros hogares, dejando así un vacío. Pero, como esta soledad posterior la he visto más en mi abuela que en mi madre, opto por pensar que esta afectación depende de cómo es cada persona; de lo vital que sea y cómo haya sido capaz de llenar su vida con otras alternativas.
Un abrazo
Hermosa reflexión cargada de sentimiento y realismo.
ResponderEliminarCaminamos hacia esa meta, el cómo es vital.
Un abrazo, poeta.
FELICIDADES POR SU RELATO POETICO , LO HA MARCADO LA SOLEDAD DE MUCHAS MUJERES , GEMIAL QUERIDA AMIGA ISABEL ,ESTA MUJER RECORDANDO TODA LA VIDA, NOMBRES LO BORDO TODO LO QUE TENIA EN SU MEMORIA Y COMO ESTAMOS ACOSTUMBRADAS HA QUEDAR TODO HECHO ? HASTA SUS HIJOS LOS DOBLO BIEN DOBLADOS Y LOS COLOCO CADA UNO EN SU SITIO, .
ResponderEliminarHermoso poema, me ha emocionado, pero a la vez descubre una gran realidad: la soledad.. Creo que es el peor enemigo que se pueda tener! Un saludo!
ResponderEliminarTristeza rezuma este poema; eso es porque has sabido dibujar la soledad de maravilla, la has fotografiado con maestría y sencillez.
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