Llenos de atardeceres
con el mar en volandas
y la inquietud domada
Ahítos de ventanas
y de puentes,
abiertos a las noches
susurrantes
En este punto.
En esta hora estamos.
Henos aquí...,
en tránsito
perpetuo
a la mesura...
¡Cuánto dices con tan pocos versos!
ResponderEliminar¡Enhorabuena, poeta!
Cariños varios, Isabel.
No es un mal camino; pero tampoco estaban mal las pasiones de los veinte años. bueno cada edad tiene lo suyo. Un saludo.
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